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Historia del IES López-Neyra

A lo largo de los años sesenta y setenta, Córdoba comienza a rodearse de una aureola de barriadas periféricas que dan cobijo a nuevos asentamientos de población.

Esta expansión urbana es consecuencia de los nuevos cambios que se están produciendo en la forma de vida de la sociedad española. Las gentes del campo buscan acomodo en la ciudad. Gran parte de la sociedad está dejando de ser rural y se encuentra inmersa en un intenso proceso de urbanización.

El Parque Figueroa es, también, un barrio fruto, en gran medida, de la emigración interior o de quienes, habiendo huido con anterioridad a otras regiones o a otros países, vuelven a su tierra con la esperanza de una vida mejor.

Fue diseñado por los arquitectos Rafael de la Hoz, José Chastang y Gerardo Olivares. Promovido por la Caja Provincial de Ahorros de Córdoba pudo convertirse en realidad entre los años 1968 y 1970. Situado entre el antiguo Camino de los Toros y la Carretera de Trasierra.

En 1972, Córdoba contaba ya con 245.000 habitantes. Este movimiento humano exige la adecuación de los mecanismos culturales que coloquen a la ciudad en el nivel que su categoría reclama. En la Enseñanza Media dispone sólo de dos Centros públicos que no pueden acoger a la gran cantidad de alumnos que quieren matricularse oficialmente en ellos. El Instituto femenino “Luis de Góngora”, en pleno centro urbano y el Instituto masculino “Séneca”, ubicado en las inmediaciones del río.

Los dos grandes barrios que en los años setenta contribuyen a la expansión de la ciudad, por el Norte y por el Sur, aportan una población estudiantil que resulta, a todas luces, imposible atender en los dos Centros de Enseñanza Media existentes. Por eso, en 1971, van a empezar a funcionar dos Institutos de nueva creación: El Instituto de Enseñanza Media “ Averroes”, para resolver los problemas de escolarización planteados en el Sector Sur, y el “López Neyra”, para el Parque Figueroa y barrios adyacentes.

Por un Decreto de 13 de Agosto de 1971, publicado en el BOE del 23 de Septiembre del mismo año, se crea el “ Instituto Nacional de Enseñanza Media Mixto Nº 1” de Córdoba, que tendrá su localización material en el Parque Figueroa.

Así pues, en este contexto económico y políticosocial, es donde, impulsado por la Caja Provincial de Ahorros, por la Diputación Provincial y por el Ministerio de Educación y Ciencia, nace, con la denominación genérica de “Instituto Nacional de Enseñanza Media Mixto Nº 1 “ de Córdoba, el que más tarde se llamaría “ I.N. de Bachillerato López Neyra”, para terminar como “I.E.S. López Neyra”, según reza la placa que la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía ha colocado junto a la puerta de entrada.

Como tal Centro educativo, El I.E.S. “López Neyra” comienza a funcionar el 28 de Octubre de 1971. Se elevaba, en su origen, en medio de campos de labranza y caminos terrizos.

Sobre una superficie de 6.432 metros cuadrados y un volumen útil de 19.596 metros cúbicos, se levanta este enorme edificio de tres plantas, con una capacidad para 1.240 alumnos.

El entorno actual es fruto de importantes transformaciones: Hoy se ven calles donde había senderos, bloques de pisos en lo que fueron eriales o explotaciones agrícolas, y avenidas o jardines en los antiguos caminos. El barrio entronca, sin solución de continuidad, con una urbe moderna y remozada.La inauguración oficial tuvo lugar el 24 de Mayo de 1972 por el Ministro de Educación y Ciencia, Sr. Villar Palasí.

Los miles de alumnos que han venido llenando nuestras aulas a lo largo de más de tres décadas, los más de dos mil profesores que han constituido los distintos claustros y los doce directores/as que han dirigido sus destinos, son los responsables de los rasgos característicos que hoy definen al Instituto “López Neyra”. Gracias a ellos puede presumir de unas señas de identidad inconfundibles. Cuantos han gozado algún tiempo de estancia en su recinto lo llevan como marca de la casa, como sello personal que certifica los años felices de agradable convivencia que disfrutaron entre sus muros.

El primer año, el Instituto abre sus puertas el 28 de Octubre, bien avanzada ya la fecha del inicio oficial del curso. El retraso en las obras para hacer entrega del edificio así lo exigía. Esta y otras circunstancias obligan al “López Neyra” a cumplir la función de “Instituto escoba”. Recogerá a todos los alumnos y alumnas que no han podido matricularse en otros Centros. Es ese un “handicap” que dará origen a la “mala prensa” que le acompañó los primeros años que siguieron a su inauguración. Pero el esfuerzo y la voluntad de todos fueron capaces de superar, con creces, las primeras dificultades. De tal manera que entre profesores y alumnos se respiraba una atmósfera de confianza y comprensión que se ha continuado hasta el momento actual y constituye algo así como su propia denominación de origen. Los que han pasado por él lo recuerdan con nostalgia y los que lo viven lo constatan con satisfacción.

 

Las últimas cinco Leyes de Educación que han ido transformando la Enseñnaza hasta su situación actual ( L.G.E., de 1970; LODE, de 1985; L.O.G.S.E., de 1990; L.O.C.E., de 2002; L.O.E., de 2006) han sido objeto de un estudio minucioso por un Claustro, como el nuestro, especialmente sensible a cuanto atañe, de alguna manera, a su labor profesional. Las Leyes y Ordenes Ministeriales, primero, y de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, después, se analizaban cuidadosamente en grupos especiales de trabajo y se discutían, con calor, en las sesiones de claustro.

Hemos sido lo suficientemente flexibles para responder a las exigencias de los tiempos. No han faltado innovaciones pedagógicas. Se han defendido, con vigor, las reivindicaciones razonables. Hemos vivido siempre en perfecta sintonía con las inquietudes del mundo que nos rodeó en cada momento histórico. Por esa misma razón, las transformaciones sociales que se han venido produciendo en España nunca han sido consideradas como ajenas en la vida de los profesores y el alumnado de este Instituto.

Alumnos daneses visitan el IES

Aula TIC

Que el “López Neyra” funcione hoy como “Centro Bilingüe” y que los alumnos dispongan de ordenadores en las clases, como “Centro TIC”, le da una nueva dimensión a la Enseñanza. Constituye un reto más para profesores y alumnos. Continuará, así, su tradición de Instituto pionero en la experimentación y en la innovación educativa.

Helí Ordás Malagón

Catedrático Jubilado de Lengua y Literatura Española

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